Queridos seguidores del rock,

Hoy quiero compartir con ustedes los momentos más destacados de mi participación en el festival #SanIsidrock en Madrid. Fue una experiencia inolvidable llena de música, camaradería y la conexión genuina que solo el rock puede crear.

El día comenzó con una expectativa palpable. El escenario principal se iluminó de miradas mientras los amplificadores vibraban con la emoción del público. Subir a ese escenario fue un sueño hecho realidad, y cada paso que di hacia él fue impulsado por la pasión que llevaba dentro.

El sonido de la guitarra se fusionó con el ritmo frenético de la batería tocada por Pablo De Santics danzando elegantemente con las líneas de bajo Paulo Verguer, creando un ambiente electrizante. El público estaba ansioso por disfrutar de una tarde/noche de rock inolvidable.

Cada canción que interpreté fue un viaje emocional compartido con todos los presentes. De hecho, una de las personas que estaban en primera fila me gritó a voz viva: “Tus canciones me hacen viajar”. Todo un halago para mi, y más viniendo de una persona muy joven (el Rock tiene futuro). 

Desde las melodías más melancólicas hasta los himnos de euforia, cada nota resonaba en los corazones de aquellos que aman la música en su forma más pura.

El vínculo entre el escenario y el público se hizo evidente en cada momento. Sus rostros iluminados por la emoción, sus miradas de complicidad, eran una prueba de que la música tiene el poder de unir a las personas en una celebración colectiva.

El festival #SanIsidrock nos brindó la oportunidad de ser libres, de dejar atrás nuestras preocupaciones y sumergirnos en la energía del rock. En cada canción, sentí cómo el tiempo se desvanecía y solo quedaba la pasión compartida entre músicos y seguidores.

El momento culminante llegó cuando interpreté uno de mis temas más queridos. ¿Sabes cual es?…

A medida que la noche llegaba a su fin, quedó una sensación de gratitud en mi corazón. La música une a las personas de una manera especial, y el festival #SanIsidrock nos recordó la importancia de mantener viva esa llama.

Gracias a cada uno de ustedes, mis seguidores, por su apoyo incondicional y por ser parte de esta travesía musical. Espero que estas palabras les hayan transmitido una pequeña parte de la emoción que vivimos juntos en esa noche mágica.

Nos vemos en el próximo acorde.

Con gratitud,

Jesús Ksavie