Durante todo el año tengo encendido el fuego creativo que me mantiene activo como artista. Gracias a Dios, jamás he pasado por baches o estancamientos de ideas.
Soy consciente de este inmenso potencial y trabajo duro para exprimirlo al máximo.
Lo mío, como bien sabes, es escribir canciones y cantarlas. Y justo en esa esquina donde confluyen la música y la literatura nace todo lo que creo, y en lo que creo, y lo que soy.
No podría concebir un mundo sin arte, sin artistas, sin ideas.
Acabo de hacer un parón para descansar, para desconectar, para romper necesariamente con la rutina. Y Agosto fue mi mes elegido para relajarme, dedicarme a leer libros pendientes, para profundizar en mí, y para poder escribir libremente sin tener que estar cotejando el resultado de lo que digo con armonías, compases, y notas musicales.
Este libro que tienes entre tus manos es mi terapia personal, el tratamiento que he elegido este año para desintoxicarme de toda la presión que vamos acumulando mes a mes.
Espero que lo encuentres entretenido, espero que sea de tu agrado, y ya sería lo más, que de alguna forma u otra mis palabras puedan ayudarte de algún modo en cualquier aspecto de tu vida.